La reforma al
financiamiento universitario del año 81, consideró la permanencia de un aporte de libre disponibilidad con una
distribución sobre la base de criterios históricos. Este recibió el nombre de
aporte fiscal directo (AFD) y ha sido desde esa fecha hasta ahora, el
instrumento de financiamiento público más importante del sistema, con relación
a la magnitud de recursos que transfiere anualmente. El AFD mantuvo su carácter
puramente histórico hasta el año 89, cuando se introdujo un modelo de
asignación que pretende medir el nivel y progreso académico de las
universidades beneficiarias a través de la utilización de cinco indicadores.
Cada año se aplica este mecanismo de asignación al 5% del presupuesto del AFD,
en tanto que el 95% se distribuye de acuerdo a la participación de cada
institución en el aporte directo total en el año anterior, de forma que el
modelo no sólo tiene injerencia en el 5% del presupuesto de cada período, sino
también en las asignaciones posteriores.
El presente estudio
expone, al inicio, las principales críticas hechas al instrumento en
publicaciones anteriores y analiza, en las demás secciones, el modelo
introducido el año 89. Este último análisis pretende demostrar que este
mecanismo de asignación tiene un importante peso en la distribución del
presupuesto de la educación superior y adolece de algunos aspectos negativos
que sugieren revisar su aplicación. El estudio del modelo se basa en el decreto que regula su
funcionamiento y aborda las propiedades de los indicadores, de la función que
determina las participaciones por universidad y la evolución que ha
experimentado en el tiempo.
Los
estudios sobre financiamiento han hecho énfasis en la distribución histórica y
la libre disponibilidad del AFD. En los siguientes puntos se exponen
sucintamente las desventajas que plantea este esquema de asignación. Estas
críticas se encuentran contenidas en Gazmuri (1993) y Larrañaga (1997).
—
El AFD financia cualquier actividad, independientemente del hecho que
se justifique o no el financiamiento público. Para indagar en la justificación
económica del financiamiento público al sistema de educación superior puede
consultarse Desormeaux y Koljatic (1990).
—
Aún cuando sus recursos se destinen a financiar actividades en que los
aportes fiscales sean propios, el aporte directo no señala ni la dimensión, ni
la escala de estas actividades. Esto se traduce en un esquema en el cual todas
las universidades tratan de replicar un mismo perfil de tres funciones
(docencia, investigación y extensión), sin que tengan necesariamente ventajas
competitivas en ciertos ámbitos.
—
El nivel que cada universidad tiene en el AFD, responde a
consideraciones eminentemente históricas, lo que deriva en que algunas de ellas
resulten muy beneficiadas, teniendo en consideración variables que miden
insumos o resultados, y otras muy subrepresentadas, y por ende en una situación
desmejorada para competir con las primeras.
—
El hecho que el AFD tenga un carácter de fondo institucional sin mayor
ligazón a medidas de efectividad, propicia -o al menos no ejerce estímulos en sentido contrario- una asignación interna en la cual el aporte
directo se constituye en un pozo común para cubrir los déficits de cada
facultad y, por tanto, no incentiva un uso eficiente de los recursos.
El modelo de asignación posee 125 entradas (5
indicadores para 25 universidades). En el cuadro N°1 se encuentran los datos
necesarios para el cálculo de los cinco indicadores del artículo 1° del
decreto, correspondientes a la asignación 1997 (Las fuentes se mencionan en el
artículo 2°). A continuación se entregan comentarios para cada uno de los
indicadores.
1.
Alumnos de pregrado/número de carreras de pregrado.
Como se argumenta en el análisis del financiamiento
a los estudiantes universitarios, la mayor parte de los recursos fiscales
destinados a estos propósitos deben cubrir la diferencia entre los costos
docentes y la capacidad económica de los beneficiarios durante el período de
estudios y parte de su vida laboral. El beneficio debe estar disponible para
los estudiantes que cumplan con requisitos de excelencia académica mínimos
según el área o carrera de la cual se trate.
Obviamente, este indicador contabiliza a los
estudiantes, independientemente de su capacidad económica y del cumplimiento de
un estándar mínimo de calidad. Tampoco incorpora las diferenciaciones de costos
por carrera e institución. Si bien este no aborda el problema fundamental del
financiamiento a la docencia, podría entenderse como un incentivo a disminuir
los costos medios ya sea a través del aumento del número de estudiantes en una
determinada carrera o el cierre de aquellas que tengan muy pocos alumnos.
La reducción de los costos manteniendo la calidad
del servicio constante es algo positivo. Sin embargo, como esta reducción está
asociada al número de estudiantes es necesario considerar la demanda que pueda
existir por los egresados o que tal vez sea conveniente impartir una
determinada carrera con costos medios relativamente altos, teniendo en cuenta
que los costos de estudiar en un lugar más lejano puedan ser aun mayores.
Luego, aunque una carrera tenga un número reducido de alumnos en comparación a
otras carreras de la institución o a los valores que tengan otras
universidades, es posible que presente un número adecuado de estudiantes.
Cuadro Nº1
Institución |
Alumnos |
JCE |
Número |
JCE |
Nº Proyectos |
Publicac. |
Pregrado |
Académicos |
Carr. Pre. |
(Doct+Mast) |
FONDECYT |
ISI |
|
1995 |
1996 |
1995 |
1996 |
1996 |
1996 |
|
U. de Chile |
18.048 |
1.742 |
68 |
672 |
142 |
568 |
P. U. Católica |
13.831 |
1.139 |
67 |
596 |
123 |
277 |
U. de Concepción |
14.005 |
1.147 |
76 |
486 |
27 |
134 |
U. Católica de Valpo |
7.530 |
462 |
51 |
281 |
14 |
39 |
U. Tec. F. Sta María |
6.793 |
301 |
49 |
95 |
6 |
18 |
U. de Santiago |
15.555 |
768 |
65 |
393 |
26 |
84 |
U. Austral de Chile |
8.548 |
645 |
51 |
253 |
24 |
95 |
U. Católica del Norte |
5.682 |
254 |
23 |
131 |
8 |
32 |
U. de Valparaíso |
4.679 |
407 |
20 |
87 |
5 |
11 |
U. de Antofagasta |
4.427 |
276 |
36 |
105 |
2 |
13 |
U. de La Serena |
4.893 |
245 |
35 |
101 |
4 |
7 |
U. de Bio Bio |
7.489 |
335 |
29 |
119 |
2 |
7 |
U. de la Frontera |
6.333 |
350 |
38 |
119 |
8 |
31 |
U. de Magallanes |
2.062 |
123 |
28 |
40 |
1 |
5 |
U. de Talca |
3.488 |
162 |
13 |
126 |
3 |
12 |
U. de Atacama |
2.387 |
109 |
26 |
35 |
0 |
3 |
U. de Tarapacá |
4.435 |
243 |
36 |
115 |
4 |
4 |
U. Arturo Prat |
2.540 |
143 |
13 |
34 |
2 |
0 |
U. Metropolitana |
5.657 |
314 |
25 |
114 |
2 |
3 |
U. de Playa Ancha |
3.103 |
241 |
44 |
89 |
1 |
4 |
U. Tecnológica Metropolitana |
6.618 |
286 |
24 |
66 |
0 |
1 |
U. de Los Lagos |
3.135 |
163 |
31 |
58 |
2 |
12 |
U.Católica de Maule |
2.252 |
100 |
19 |
37 |
0 |
2 |
U. Católica de Temuco |
2.320 |
156 |
28 |
42 |
1 |
2 |
U.C. de la Stma. Concepción |
2.404 |
135 |
21 |
35 |
0 |
5 |
Total |
158.214 |
10.246 |
916 |
4.229 |
407 |
1.369 |
Cuadro Nº2
Institución |
Alumnos Pre / |
Alumnos Pre / |
JCE(Doct+Mast) / |
Nº Proyectos / |
Public.ISI / |
Nº Carr. Pre |
JCE Totales |
JCE Totales |
JCE Totales |
JCE Totales |
|
U. de Chile |
265,4 |
10,4 |
0,39 |
0,08 |
0,33 |
P. U. Católica |
206,4 |
12,1 |
0,52 |
0,11 |
0,24 |
U. de Concepción |
184,3 |
12,2 |
0,42 |
0,02 |
0,12 |
U. Católica de Valpo |
147,6 |
16,3 |
0,61 |
0,03 |
0,08 |
U. Tec. F. Sta María |
138,6 |
22,6 |
0,32 |
0,02 |
0,06 |
U. de Santiago |
239,3 |
20,3 |
0,51 |
0,03 |
0,11 |
U. Austral de Chile |
167,6 |
13,3 |
0,39 |
0,04 |
0,15 |
U. Católica del Norte |
247,0 |
22,4 |
0,52 |
0,03 |
0,13 |
U. de Valparaíso |
234,0 |
11,5 |
0,21 |
0,01 |
0,03 |
U. de Antofagasta |
123,0 |
16,0 |
0,38 |
0,01 |
0,05 |
U. de La Serena |
139,8 |
20,0 |
0,41 |
0,02 |
0,03 |
U. de Bio Bio |
258,2 |
22,4 |
0,36 |
0,01 |
0,02 |
U. de la Frontera |
166,7 |
18,1 |
0,34 |
0,02 |
0,09 |
U. de Magallanes |
73,6 |
16,8 |
0,33 |
0,01 |
0,04 |
U. de Talca |
268,3 |
21,5 |
0,78 |
0,02 |
0,07 |
U. de Atacama |
91,8 |
21,9 |
0,32 |
0,00 |
0,03 |
U. de Tarapacá |
123,2 |
18,3 |
0,47 |
0,02 |
0,02 |
U. Arturo Prat |
195,4 |
17,8 |
0,24 |
0,01 |
0,00 |
U. Metropolitana |
226,3 |
18,0 |
0,36 |
0,01 |
0,01 |
U. de Playa Ancha |
70,5 |
12,9 |
0,37 |
0,00 |
0,02 |
U. Tecnológica Metropolitana |
275,8 |
23,1 |
0,23 |
0,00 |
0,00 |
U. de Los Lagos |
101,1 |
19,2 |
0,36 |
0,01 |
0,07 |
U.Católica de Maule |
118,5 |
22,5 |
0,37 |
0,00 |
0,02 |
U. Católica de Temuco |
82,9 |
14,9 |
0,27 |
0,01 |
0,01 |
U.C. de la Stma. Concepción |
114,5 |
17,8 |
0,26 |
0,00 |
0,04 |
Promedio |
170,39 |
17,68 |
0,39 |
0,02 |
0,07 |
Desviación estándar |
67,11 |
3,96 |
0,13 |
0,03 |
0,08 |
2.
Alumnos
de pregrado/jornadas académicas completas equivalentes totales.
Una institución dedicada principalmente a la docencia
requerirá menos personal
académico de jornada completa y tendrá un indicador más alto respecto a
aquellas instituciones que realizan más investigación y tienen mayor número de
académicos de jornada completa. Es lógico pensar que esta sea la razón por la
cual las dos universidades más productivas en cuanto a investigación (U. de
Chile y P. U. Católica) tengan este indicador bajo el promedio y las dos con
más baja productividad científica (Católica del Maule y Tecnológica
Metropolitana) estén sobre el promedio.
Al igual que el primer indicador puede decirse que está
lejos de abordar el problema fundamental o que desconoce la variable calidad,
pues sobre cierto nivel, mayor número de alumnos por profesor atenta claramente
en contra de la calidad en la docencia. Como se verá más adelante el
comportamiento de la función que determina las participaciones tiende a anular
este efecto.
2.
Jornadas académicas completas con grado académico de magister y doctor/jornadas
académicas equivalentes totales.
Mientras mayor número de horas de actividad
académica sean desarrolladas por
titulados de pregrado, menor será el indicador. Las jornadas
equivalentes totales consideran una hora de doctor igual a la hora de un magister
o la de un titulado de pregrado. Sin embargo, el número de años de estudios de
postgrado varía (4 años el doctorado y 1 a 2 años el magister a modo de
referencia). Luego, para fines de eficiencia y calidad no pueden ser
consideradas en la misma forma. En Santelices (1997) se consigna que un 55% de
los investigadores que aprueban proyectos FONDECYT poseen un doctorado, el 24%
posee un título profesional o licenciatura y el 19% tiene el nivel de magister
(encuesta FONDECYT). Aunque es necesario tener en cuenta que el nivel académico
se considera dentro de la evaluación de las propuestas. Respecto a las
publicaciones ISI no se dispone de información.
3.
Número de proyectos financiados por el Fondo Nacional de Ciencia y
Tecnología y otros organismos/jornadas académicas completas equivalentes.
El recurso humano
involucrado (expresado en jornadas completas equivalentes) no es homogéneo. No
es razonable exigir la misma productividad científica a una unidad académica
que cuente con diez académicos jornada completa con grado de doctor que a otra
que tiene cinco académicos con grado de magister y cinco profesionales.
Un aspecto relevante es la prioridad que presenta
la productividad sobre el volumen de la producción científica. Por ejemplo, la
U. Austral de Chile y la U. Católica del Norte tienen un valor similar para
este indicador (0,04 y 0,03 respectivamente) y, por lo tanto, perciben recursos
parecidos por este concepto. Sin embargo, el número de proyectos de la U.
Austral triplica al número de proyectos ejecutados por la U. C. del Norte (28 y
8 proyectos respectivamente). El
indicador incentiva la productividad, pero no existe relación con los costos
asociados a la actividad. Si el fondo
disponible se distribuyera de acuerdo al número de proyectos sin considerar el
recurso humano, de todas formas se incentivaría la eficiencia (producir más con
los mismos recursos).
4.
Número de publicaciones incorporadas a revistas científicas de
reconocimiento internacional/jornadas académicas completas equivalentes totales.
Los comentarios expresados en el punto anterior
también tienen validez para este indicador. Ambos están fuertemente
correlacionados, en Santelices (1997) se menciona que los proyectos FONDECYT
generan aproximadamente un 60% de las publicaciones ISI. En este caso, la U.
Austral de Chile tiene un indicador con valor de 0,15 y 95 publicaciones
indexadas y la U. Católica del Norte 0,13 de indicador y 32 publicaciones.
A partir del artículo 3° del decreto y algunas
modificaciones posteriores, es posible deducir la siguiente expresión para
determinar el monto que recibe cada institución por su participación en el 5%
del AFD:
i
1
La complejidad de la función, unidas a sus numerosas variables de entrada, hacen bastante difícil predecir los premios y castigos que proveerá el modelo. Por tratar de abarcar muchas variables, se termina incorporando los incentivos sólo a medias.
Para examinar el
comportamiento de la función, se realizará el siguiente ejercicio: Se
modificarán los valores del segundo y quinto indicador de la U. de Chile (ver
cuadro Nº2), y mantendrán constantes las demás entradas en sus valores de la
asignación 1997 (incluidos los demás indicadores de la U. de Chile y los cinco
indicadores de las otras veinticuatro universidades). Luego se examinará el
comportamiento de las participaciones que arroja el modelo para algunos casos
relevantes.
El gráfico N°1 muestra la
curva de participación en el 5% del AFD para tres universidades en función del
indicador cinco de la U. de Chile. Sólo este valor es modificado, en tanto que
todos los parámetros y demás entradas permanecen constantes. Las líneas
segmentadas muestran las participaciones que arrojaría un modelo proporcional
con los mismos pesos relativos por indicador del modelo bajo análisis.
Al examinar el gráfico anterior, se pueden detectar las
siguientes falencias del modelo, respecto a incentivar el nivel y progreso
académico:
A partir de cierto nivel, la U. de Chile no tiene mayores incentivos
para incrementar su productividad científica. Aproximadamente sobre la 0,35
publicación por JCE, la recompensa es casi imperceptible (en las vecindades del
desempeño real).
Ante aumentos del indicador
cinco para la U. de Chile existen otras universidades que también suben su
participación, aun cuando no hayan mejorado sus indicadores. Por ejemplo, la U.
Tecnológica Metropolitana no mejoró su desempeño para ningún indicador, sin
embargo, lejos de disminuir en su participación, esta incrementa levemente.
Existe una universidad (P. U. Católica) que sin haber variado
sus indicadores, disminuye casi en la misma proporción en que aumenta la
participación de la U. de Chile a medida que se incrementa el valor de su
indicador. Este parece ser un castigo sobredimensionado si se tiene en cuenta
que su desempeño sólo ha empeorado respecto a la U. de Chile, pero no con
relación a las demás universidades.
El gráfico N° 2 muestra la
curva de participación en el 5% del AFD para la U. de Chile en función de su
indicador cinco. Sólo este valor es modificado, en tanto que todos los
parámetros y demás entradas permanecen constantes.
Entre los valores 7 y 13 de abscisa,
la participación disminuye ante aumentos del indicador. En este rango
incrementar el indicador se traduce en un castigo.
Como se puede apreciar en los dos gráficos anteriores el
modelo tiende a establecer, a diferencia de un modelo proporcional, topes en
los premios y castigo que se otorgan a las instituciones (forma escalón – rampla – escalón de la curva).
Este comportamiento del modelo puede ser justificado para el caso de los dos
primeros indicadores, pues incrementos sobre la cota superior pueden amenazar
la calidad en los servicios docentes. Sin embargo, poner topes en el caso de los
otros tres indicadores tiende a perjudicar a las universidades con mejor
desempeño, en beneficio de las que presentan un peor desempeño relativo.
Un aspecto un tanto desconocido del modelo es su
carácter recursivo. El presupuesto del AFD de cada año se distribuye en un 95%
de su monto de acuerdo a la participación que haya tenido la institución en el
aporte directo total, en el año inmediatamente anterior. El 5% restante se distribuye de acuerdo a las
participaciones que cada año determine el modelo de asignación.
Formalmente, el aporte directo se asigna de acuerdo
a las siguientes expresiones. (Se utiliza una “resolución hacia atrás”):
Las participaciones en este 5% desde el año 89, están incorporadas en
el monto total del AFD asignado año
tras año, pues la participación en el 95% del aporte directo depende de la
participación global para el período anterior. En la fórmula recursiva se puede
apreciar que a medida que transcurre el tiempo, el peso de la participación que
cada institución tenía el año 88, considerando el AFD total se va debilitando,
en tanto que las participaciones en el 5%, en conjunto, tienen mayor
importancia, sobretodo las de los últimos períodos. Transcurridos diez años de
funcionamiento del 5% del AFD, el peso de la participación del año 88 en el
total del AFD es del 60% y el 40% restante corresponde a las participaciones
arrojadas por el modelo. Si se considera el presupuesto total para la educación
superior, el AFD del año 98 representa un 42,9% del total ($82.529 millones).
Si éste se descompone en la componente determinada por el modelo y la
histórica, la primera representa un 17,2% ($33.012 millones) y la participación
del año 88 el 25,7% restante ($49.517 millones). Este peso en la distribución
del instrumento hace más crítica la falta de vinculación de los montos
transferidos con los costos en que incurren las universidades.
Cuadro Nº 7 Participaciones en el 5% del AFD
Universidad |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
U. de Chile |
5,0 |
7,2 |
23,0 |
23,4 |
22,1 |
21,9 |
21,9 |
19,8 |
P. U. Católica |
6,7 |
7,0 |
12,0 |
12,3 |
16,6 |
14,3 |
14,3 |
16,7 |
U. de Concepción |
5,5 |
5,6 |
8,0 |
7,1 |
7,7 |
6,5 |
4,8 |
3,9 |
U. Católica de Valpo |
5,9 |
6,2 |
6,4 |
6,4 |
5,8 |
4,0 |
4,1 |
4,2 |
U. Tec. F. Sta María |
6,1 |
6,1 |
4,5 |
5,9 |
4,4 |
3,2 |
3,0 |
1,8 |
U. de Santiago |
4,8 |
6,6 |
6,9 |
6,5 |
6,7 |
7,3 |
6,4 |
6,0 |
U. Austral de Chile |
5,8 |
5,6 |
6,8 |
5,6 |
4,9 |
7,0 |
5,8 |
5,1 |
U. Católica del Norte |
5,9 |
4,7 |
5,0 |
4,8 |
4,2 |
3,1 |
4,2 |
6,8 |
U. de Valparaíso |
2,0 |
0,2 |
2,9 |
2,2 |
2,0 |
2,1 |
2,8 |
2,6 |
U. de Antofagasta |
5,7 |
5,6 |
2,6 |
2,2 |
2,1 |
1,6 |
1,6 |
1,2 |
U. de La Serena |
4,4 |
4,7 |
1,9 |
1,7 |
2,6 |
1,8 |
1,3 |
1,5 |
U. de Bio Bio |
4,2 |
4,6 |
1,9 |
1,7 |
1,7 |
1,7 |
3,4 |
3,6 |
U. de la Frontera |
2,8 |
2,6 |
2,5 |
2,5 |
2,2 |
1,9 |
2,0 |
2,6 |
U. de Magallanes |
3,6 |
3,2 |
1,0 |
0,9 |
1,0 |
0,8 |
0,9 |
0,9 |
U. de Talca |
6,9 |
5,3 |
2,9 |
2,7 |
3,6 |
7,0 |
9,0 |
8,2 |
U. de Atacama |
4,8 |
4,7 |
1,0 |
1,2 |
1,2 |
1,0 |
0,9 |
0,9 |
U. de Tarapacá |
3,6 |
4,6 |
2,6 |
2,5 |
2,2 |
2,2 |
2,1 |
1,6 |
U. Arturo Prat |
2,6 |
2,5 |
0,6 |
1,0 |
0,8 |
1,7 |
1,5 |
1,5 |
U. Metropolitana |
3,8 |
3,2 |
3,4 |
2,9 |
2,5 |
3,5 |
4,2 |
2,4 |
U. de Playa Ancha |
4,6 |
3,4 |
0,6 |
1,0 |
0,9 |
0,9 |
0,8 |
0,7 |
U. Tecnológica Metropolitana |
1,9 |
2,5 |
1,6 |
1,3 |
1,3 |
2,5 |
1,4 |
4,0 |
U. de Los Lagos |
3,4 |
3,8 |
1,2 |
1,6 |
1,0 |
2,5 |
1,7 |
1,7 |
U.Católica de Maule |
0,0 |
0,0 |
0,2 |
0,6 |
0,6 |
0,5 |
0,8 |
1,0 |
U. Católica de Temuco |
0,0 |
0,0 |
0,3 |
1,0 |
0,7 |
0,5 |
0,5 |
0,6 |
U.C. de la Stma. Concepción |
0,0 |
0,0 |
0,3 |
1,0 |
1,1 |
0,7 |
0,7 |
0,8 |
Fuente: MINEDUC
En el Cuadro Nº7 se puede apreciar un cambio drástico en
las participaciones en el 5% asignado entre el año 91 y el 92 (la U. de Chile
experimentó una variación positiva de 15,8 puntos). No es posible explicar
estas variaciones por cambios en los valores de los indicadores. Si se aplicara
el modelo del año 91, la participación en la asignación ’97 para la U. de Chile
sería de 5,2 %, es decir, menos de un tercio de la participación real.
El cambio se explica por modificaciones en parámetros del
modelo y en los ponderadores asociados a los indicadores. El D. S. N º 111 del
3 de Marzo de 1992 modificó el artículo 3° en el número 5, sustituyéndose el
parámetro igual a 1,4 por 1,9 y el exponente 5 por 3.
En la siguiente tabla se muestra la importancia
relativa que se da a cada indicador. Se distinguen los períodos 89-91(artículo
4° del decreto), 92-97 y 98.
Cuadro Nº8 Ponderadores
|
89-91 |
92-97 |
98 |
Indicador 1 |
0,15 |
0,250 |
0,01 |
Indicador 2 |
0,20 |
0,025 |
0,15 |
Indicador 3 |
0,30 |
0,125 |
0,24 |
Indicador 4 |
0,15 |
0,200 |
0,24 |
Indicador 5 |
0,20 |
0,400 |
0,35 |
Estas modificaciones introducen en la práctica
un modelo de asignación totalmente distinto, lo cual contradice el intento de
reducir la discrecionalidad asociada al AFD.
No parece razonable que
valores pasados de los indicadores, sirvan de base para la entrega de recursos
en la actualidad y en el futuro, tanto porque estos cuocientes pueden alejarse
significativamente de la situación actual de la universidad (la relación
académicos con postgrado sobre el total de académicos en el año 89, es poco
relevante en el presente), como porque las participaciones anteriores al año 92
tienen poco que ver con las participaciones posteriores.
Para examinar cuáles han sido
las universidades más beneficiadas y más perjudicadas, en términos de
transferencia de recursos, con la introducción del 5% del AFD, se rankearán las
diferencias de participación en el AFD año tras año. Recuérdese que el 89 es el
año de introducción de esta modalidad, luego la primera variación porcentual
debe realizarse sobre la base del año 88.
Cuadro Nº9 Variación de la participación en el AFD
Universidad |
88-89 |
Universidad |
89-90 |
Universidad |
90-91 |
Universidad |
91-92 |
U. de Bio Bio |
0,9 |
U. de Talca |
0,3 |
U. de Atacama |
0,2 |
U.C. St. Concepción |
0,3 |
U. Austral de Chile |
0,7 |
U. de Atacama |
0,2 |
U. de Talca |
0,2 |
U. C. de Temuco |
0,3 |
U. de Talca |
0,2 |
U. de Playa Ancha |
0,2 |
U. de Los Lagos |
0,1 |
U.Católica de Maule |
0,2 |
U. de Atacama |
0,2 |
U. de Antofagasta |
0,2 |
U. de Antofagasta |
0,1 |
U. C. de Valpo |
0,1 |
U. T. Metropolitana |
0,2 |
U. de Magallanes |
0,1 |
U. de La Serena |
0,1 |
U. Austral de Chile |
0,1 |
U. Tec. F. Sta María |
0,2 |
U. de Bio Bio |
0,1 |
U. de Bio Bio |
0,1 |
U. de Talca |
0,0 |
U. de Los Lagos |
0,1 |
U. de La Serena |
0,1 |
U. de Playa Ancha |
0,1 |
U. T. Metropolitana |
0,0 |
U. de La Serena |
0,1 |
U. Arturo Prat |
0,1 |
U. de Magallanes |
0,1 |
U. C. del Norte |
0,0 |
U. de Magallanes |
0,1 |
U. Tec. F. Sta María |
0,1 |
U. Tec. F. Sta María |
0,1 |
U. de la Frontera |
0,0 |
U. de la Frontera |
0,1 |
U. Austral de Chile |
0,1 |
U. Arturo Prat |
0,1 |
U. Tec. F. Sta María |
0,0 |
U. de Antofagasta |
0,1 |
U. C. del Norte |
0,1 |
U. T. Metropolitana |
0,1 |
U. de Los Lagos |
0,0 |
U. de Tarapacá |
0,1 |
U. T. Metropolitana |
0,1 |
U. de Tarapacá |
0,1 |
U. Metropolitana |
0,0 |
U. Arturo Prat |
0,1 |
U. de Los Lagos |
0,0 |
U. C. de Valpo |
0,0 |
U. de Magallanes |
0,0 |
U. C. del Norte |
0,1 |
U. C. de Valpo |
0,0 |
U. de la Frontera |
0,0 |
U. de Bio Bio |
0,0 |
U. de Playa Ancha |
0,0 |
U. de la Frontera |
0,0 |
U. C. del Norte |
0,0 |
U. de Valparaíso |
0,0 |
U. C. de Valpo |
0,0 |
U. Metropolitana |
0,0 |
U.Católica de Maule |
0,0 |
U. Arturo Prat |
0,0 |
U.Católica de Maule |
0,0 |
U. de Tarapacá |
0,0 |
U. C. de Temuco |
0,0 |
U. de Atacama |
0,0 |
U. C. de Temuco |
0,0 |
U.Católica de Maule |
0,0 |
U.C. St. Concepción |
0,0 |
U. de La Serena |
0,0 |
U.C. St. Concepción |
0,0 |
U. C. de Temuco |
0,0 |
U. Austral de Chile |
0,0 |
U. de Antofagasta |
0,0 |
U. Metropolitana |
0,0 |
U.C. St. Concepción |
0,0 |
U. Metropolitana |
0,0 |
U. de Playa Ancha |
0,0 |
U. de Valparaíso |
0,0 |
U. de Valparaíso |
-0,1 |
U. de Valparaíso |
0,0 |
U. de Tarapacá |
0,0 |
U. de Santiago |
-0,1 |
U. de Santiago |
-0,1 |
U. de Santiago |
-0,1 |
U. de Santiago |
0,0 |
U. de Concepción |
-0,2 |
U. de Concepción |
-0,2 |
U. de Concepción |
-0,2 |
U. de Concepción |
0,0 |
P. U. Católica |
-0,3 |
P. U. Católica |
-0,3 |
P. U. Católica |
-0,3 |
U. de Chile |
-0,1 |
U. de Chile |
-1,1 |
U. de Chile |
-1,1 |
U. de Chile |
-0,9 |
P. U. Católica |
-0,8 |
Fuente: MINEDUC
Claramente las universidades
más perjudicadas con la aplicación del modelo han sido la U. de Chile y la P.
U. Católica. La aplicación del mecanismo de asignación del 5% del AFD ha
significado una redistribución de recursos hacia algunas instituciones
regionales (U. de Bio Bío, U. Austral de Chile, U. de Talca y U. de Atacama).
Los cambios en las participaciones parecen no ser significativos, pero en
términos de recursos un punto porcentual equivale aproximadamente a $ 500
millones según presupuesto del AFD para el año 90.
Esta redistribución era algo bastante predecible. Los
indicadores al estar “normalizados” tienden a prescindir del tamaño de las
instituciones. La varianza sobre el promedio para cada indicador, en el mismo
orden ya utilizado, corresponde a 0,39; 0,22; 0,33; 1,5 y 1,14,
respectivamente. Entonces, en la medida que se dé mayor peso relativo a los
tres primeros indicadores, se reducirá la participación en el AFD de aquellas
universidades que han gozado de mayores participaciones históricas y que es lo
que en parte les ha permitido tener mayor productividad científica.
Si se acepta que los antecedentes entregados
sugieren considerar cambios en el modelo de asignación, surge la interrogante
sobre cuáles son las modificaciones más
adecuadas. Puede considerarse cambios de indicadores, de la función, de
indicadores o advertir cambios desde una perspectiva global.
El AFD fue concebido para financiar las
funciones de investigación y extensión. Sin embargo, en la práctica, parte
importante de estos recursos financian docencia. Como se ha dicho anteriormente
el grueso de los recursos destinados a docencia debieran transferirse a través
de un sistema de créditos perfeccionado. Aquella parte de los recursos del AFD
que cubren actualmente el déficit de los aranceles respecto a los costos,
debieran destinarse en parte importante a incrementar el presupuesto de este
crédito.
La otra interrogante es qué hacer con los
recursos del AFD que financian investigación y extensión. Estos bienes se
diferencian de la docencia en que no es posible encontrar en muchos casos
beneficiarios claramente identificables. Los instrumentos, entonces, se dirigen
a financiar principalmente a quienes proveen el bien. Las cuestiones
fundamentales a definir se refieren a los criterios de asignación entre los
oferentes y los niveles en que se verificará la transferencia.
En el ámbito de los criterios de asignación se
puede distinguir una diferencia entre la investigación y la extensión. La
primera tiene una medida fundamental de producción fácilmente cuantificable,
que corresponde a las publicaciones, cosa que no existe para la segunda. Si
bien es posible evaluar por resultados las actividades de extensión de las
universidades, es mucho más simple hacerlo para la investigación. En ambos
casos se cuenta con criterios de asignación pre - competitiva a través de
proyectos en que puedan evaluarse de alguna forma su viabilidad y beneficios.
DIARIO OFICIAL DEL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1991.
APRUEBA REGLAMENTO QUE FIJA PROCEDIMIENTO PARA
ASIGNAR EL 5% DEL APORTE FISCAL DIRECTO ESTABLECIDO EN EL D.F.L. N° 4, DE 1980
Núm. 128.¾ Santiago, 29 de Abril de 1991.¾ Considerando:
Que a partir de 1989 el artículo 50
de la Ley N° 18.768, se sustituyó en el artículo 2° del D.F.L. N°4 de 1980,
estableció regímenes de asignación de los aportes diferenciados para el 95% y para
el 5% de dichos aportes;
Que, el 95% se distribuye según
reglas contenidas en la Ley;
Que, no obstante para determinar la
asignación de 5% se debía dictar un reglamento que aprobara un modelo de
asignación de recursos en el que se debían considerar diversas variables
establecidas en la misma Ley;
Que, el modelo de procedimiento que
se aprueba es el que se ha estado aplicando desde el año 1989;
Visto:
Lo dispuesto en el artículo 2° del
D.F.L. N°4 de 1981 de Educación, sustituido por el artículo 50° de la Ley
N°18768 de 1988 y en los artículos 32° N°8 y 35 de la Constitución Política de
la República de Chile.
Decreto:
Apruébase el siguiente reglamento
que determina el procedimiento y normas conforme a las cuales se asignará el 5%
del aporte fiscal directo de conformidad a lo dispuesto en la letra B del
inciso 2° del artículo 2° del D.F.L. N°4 de 1981 de Educación, sustituido por
el artículo 50° de la Ley 18.768 de 1998.
Artículo 1°: El proceso de asignación del 5% del aporte fiscal anual utilizará los
siguientes coeficientes por institución como variables para determinar el nivel
y progreso académico de éstas:
a) Número
de alumnos de pregrado dividido por el número de carreras de pregrado;
b) Número de alumnos de
pregrado dividido por el número de jornadas académicas completas equivalentes
totales;
c) Número de jornadas
académicas completas equivalentes con grado de académico de magister o doctor
dividido por jornadas académicas completas equivalentes totales;
d) Número de proyectos financiados por el Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología y otros organismos
dividido por jornadas académicas completas equivalentes totales;
e) Número de publicaciones
incorporadas a revistas científicas de reconocimiento internacional dividido por jornadas académicas completas
equivalentes totales.
Artículo
2°: Para efectos de este reglamento se entenderá que:
a)
Las
fuentes de la referencia estadísticas a ocupar en las variables
¾”el
número de alumnos de pregrado” y “número de carreras de pregrado “, será el último
dato disponible de los antecedentes que recopila el Consejo de Rectores;
¾”el
número de jornadas académicas, las horas contratadas por jornada y los grados
académicos correspondientes”, será el dato disponible de aquellos que provienen
de la recopilación que efectúa el Ministerio de Educación a través de la
División de Educación Superior; y
¾”el
número de proyectos financiados por el FONDECYT y otros organismos” y “el
número de publicaciones incorporadas a revistas científicas de reconocimiento
internacional” será dato disponible proporcionado por CONICYT.
La variable “jornadas académicas completas
equivalentes totales” es la correspondiente al número total de horas académicas
semanales contratadas por la institución dividido por el número 44, que es el total
de horas, semanales, de contrato de un académico con jornada completa.
Artículo 3°: El procedimiento de cálculo que permitirá asignar
los recursos a cada institución se realizará en la secuencia que se señala.
1: A partir de los datos
básicos indicados en los artículos anteriores se realizará el cálculo de los
cinco coeficientes por institución mediante las divisiones correspondientes.
2: Obtenidos cada uno de los
cinco coeficientes por institución, se procederá a calcular la media aritmética
y la desviación estándar de los cinco coeficientes.
3: Bajo el supuesto de que cada uno de estos cinco coeficientes son una
variable aleatoria cuya distribución se aproxima asintóticamente a una normal,
se procederá a corregir cada uno de ellos conforme al procedimiento de
estandarización de una distribución normal. Con tal objeto a cada uno de los
cinco coeficientes obtenidos en el punto 1, se le restará la media aritmética
correspondiente obtenida en el punto 2 y la diferencia resultante se dividirá
por la desviación estándar respectiva, generándose así cinco nuevos
coeficientes para cada institución.
4: Con el propósito de que el
rango de valores para cada uno de dichos coeficientes, correspondientes,
teóricamente, al 95% de la probabilidad acumulada de una distribución normal
estándar, esté situado en un tramo de valores positivos solamente se procederá
a sumar 2 a cada uno de dichos cinco coeficientes y, en seguida, con el objeto
de que el rango resultante de dichos valores se ubique entre 0 y 1, se
procederá a dividir cada uno de los resultados anteriores por 4.
5: Estos resultados deberán
ser objeto de una nueva transformación, utilizando esta vez una función
exponencial que es característica de un crecimiento biológico. Dicha
transformación tendrá por objeto cumplir la finalidad de la ley de incentivar
el nivel y progreso académico de cada una de las instituciones. Para ello, los
valores obtenidos en el punto 4 se le restará un parámetro igual a 1.4, la
diferencia resultante se elevará al valor de un exponente igual a 5 y, a este
nuevo resultado, se le aplicará la función exponencial con base “e”.
6: Previamente, para realizar
las operaciones siguientes se deberá asignar un parámetro a cada uno de los
coeficientes señalados en el artículo 1º, de manera que refleje su importancia
relativa sobre una base que sume 1. Estos parámetros se fijarán anualmente por
resolución del Subsecretario de Educación. Los cinco coeficientes por
institución corregidos, obtenidos en el punto 5, se sumarán ponderadamente,
ocupando como ponderación los parámetros de importancia relativa antes
mencionados, lo que generará un valor único para cada institución.
7: Finalmente, se obtendrá el
porcentaje de asignación de los recursos del 5% para cada institución como el
resultado de dividir el valor por institución obtenido en el punto 6 por la
suma de este valor para el conjunto de las instituciones, todo ello
multiplicado por 100.”
Artículo 4°:
Las instituciones de Educación Superior que reciben aporte fiscal del artículo
2° del D.F.L. 4/81 deberán enviar al Ministerio de Educación antes del 31 de
Octubre de cada año, los antecedentes requeridos por éste para los efectos de
la aplicación del presente reglamento.
Artículo
transitorio. Los valores de los parámetros de importancia relativa de los
coeficientes indicados en el artículo 1°, que serán utilizados en el punto 6
del artículo 3° del presente reglamento, para la asignación de recursos del 5%
correspondiente al año 1991 son los siguientes:
a) Número
de alumnos de pregrado dividido por el número de carreras de pregrado, importancia relativa igual a 0.15;
b) Número
de alumnos de pregrado dividido por el número de jornadas académicas completas
equivalentes totales, importancia relativa igual a 0.15;
c) Número
de jornadas académicas completas equivalentes con grado de académico de
magister o doctor dividido por jornadas académicas completas equivalentes
totales, importancia relativa igual a 0.30;
d) Número
de proyectos financiados por el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología y otros
organismos dividido por jornadas académicas completas equivalentes totales,
importancia relativa igual a 0.15;
e) Número
de publicaciones incorporadas a revistas científicas de reconocimiento
internacional dividido por jornadas académicas completas equivalentes totales,
importancia relativa igual a 0.20.
Anótese, tómese razón y publíquese. ¾PATRICIO AYLWIN AZOCAR, Presidente de la República.
¾Ricardo Lagos Escobar, Ministro de Educación. ¾ Alejandro Foxley Rioseco, Ministro de Hacienda.
Lo que transcribo a Ud. para su
conocimiento. ¾ Saluda a Ud. para su conocimiento. ¾ Raúl Allard Newmann, Subsecretario de Educación.
Basso, P. y González, E. “Fuentes y Usos de
los Recursos Fiscales para Educación Superior 1981-1995”. Informe Educación
Superior en Chile (1996).
Desormeaux, J. y Koljatic, M.
“Financiamiento de la Educación Superior desde una Perspectiva Libertaria”. Financiamiento
de la Educación Superior: Antecedentes y Desafíos. Centro de Estudios Públicos
(1990).
Gazmuri, P. “Ineficiencias en
el Sistema Actual de Financiamiento Universitario”. Revista Ingeniería de
Sistemas. Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile.
Volumen X, N°1, Julio 1993.
Larrañaga, O. “El
Financiamiento Público para las Universidades”, (Borrador para discusión,
1997).
Méndez, J. C. “Análisis del
Sistema de Financiamiento de la Educación Superior”. Revista Centro de Estudios
Públicos N º 61, (Verano 1996).
Santelices, B. “FONDECYT: Un Análisis de su
Evolución”. Instrumentos Gubernamentales para el Desarrollo Científico
Nacional: Evaluación de su Impacto en el Trabajo Universitario (1997).